domingo, 12 de diciembre de 2010

Presentacion sobre Siconeuroinmunologia

La Presentacion del Dr. Francisco Navarrete sobre como mantener la Salud puede verla AQUI.

ESBOZO HISTÓRICO DE LA ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES (U.A.G.)


Por el M. en C. Gilberto Mario Navarrete González

ANTECEDENTES

De la imperiosa necesidad de dar una alternativa en la enseñanza de las ciencias sociales, un grupo de profesionales en este ramo venía discutiendo la posibilidad de crear nuevas escuelas que formaran profesionales comprometidos con las causas populares y con la formación sólida que les posibilitara un manejo sobresaliente en el campo profesional.

Habiendo existido varios intentos de conseguir un espacio que garantizara la formación del profesional en ciencias sociales y ciencias exactas comprometido, uno de los primeros logros que se produce es la formación del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) dentro de la UNAM. Conocido es el impacto de su trascendencia dentro de la educación media superior en el cambio educativo de nuestro país. No es fortuito que el programa iniciado, sea castrado a los cuatro años de comenzado el esfuerzo y reducido a su menor expresión en medio de una lucha constante de profesores y alumnos, que en mucho contribuyó a la formación del sindicato de la UNAM.

Es en la Universidad Autónoma de Guerrero a inicios de 1980, dentro de la gestión como rector del Dr. Rosalío Wences Reza, donde se crea el espacio de gestación de una nueva escuela de ciencias sociales, producto de la inquietud latente del grupo de intelectuales que tenían la idea de formar profesionales de buen nivel académico, comprometidos con los intereses populares. Para el efecto, se lleva a cabo una primera reunión, convocando a los interesados e iniciando una auscultación entre el estudiantado del área, en la UAG.

Colaboran en este esfuerzo, intelectuales de diferentes universidades (UNAM, UAM, UACH, UAZ, UAS, UMSNH, etc.) así como institutos de investigación y educación superior, teniendo como resultado la conformación de un grupo promotor integrado, entre otros, por José Enrique González Ruiz y Francisco Navarrete González; grupo que se aboca a trabajar y preparar una reunión que aglutine mayor número de participantes que tengan algo que aportar, ya sean estudiantes, profesores, intelectuales, organizaciones, instituciones, etc.

La coordinación del grupo y la tarea de la elaboración de un proyecto para una escuela de ciencias sociales (PECS) recayó en el maestro Francisco Navarrete, quien estructuró el equipo de intelectuales de la docencia y las ciencias sociales que se dieron a la tarea de producir un proyecto con las más modernas y comprometidas tendencias.

En el mes de julio de 1980 se convocó a un coloquio nacional para discutir los trabajos, mismo que fue denominado: “Coloquio Sobre la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias Sociales” que reunió a universidades importantes del país y las más significativas de la provincia y se llevó a cabo en la ciudad de Chilpancingo los días 23, 24 y 25 de julio de 1980. Las discusiones se centraron en el PECS, proyecto de la nueva escuela y sirvieron para catalizar los resultados producto de diferentes corrientes de pensamiento que debatieron sobre los documentos presentados.

El producto final fue presentado, al finalizar el coloquio, durante la sesión solemne del H: Consejo Universitario de la UAG, el 25 de julio de 1980,[1] en que fue aprobado después de una larga discusión en la que se mostraron los diversos intereses creados y fuerzas políticas de la UAG, a los que ponía en peligro una alternativa innovadora como la presentada en el “Proyecto para una Escuela de Ciencias Sociales” (PECS).

En esta coyuntura es menester señalar los grupos políticos que se manifestaban, polarizados, sobre el PECS y que representaban los dos bandos enfrentados en ese momento: la rectoría, impulsora del PECS, que comprendía la administración central de la UAG, agrupaba al FAUP (Frente Amplio de la Universidad Pueblo), grupo de izquierda organizado alrededor del proceso Universidad Pueblo que participaba importantemente en las decisiones políticas de la administración central; la UEG (Unión Estudiantil Guerrerense) que tenía bajo su control a la FEUG (Federación de estudiantes de la Universidad de Guerrero); Punto Crítico (organización política nucleada alrededor de la revista del mismo nombre nacida del movimiento del 68); el MLR (movimiento de lucha revolucionaria, antes MIRE) y el PMT (Partido Mexicano de los Trabajadores) en cuyos militantes y cuadros estuvo el peso político del PECS y quienes organizaron los dos coloquios nacionales con sus cuadros académicos como eje de los mismos; por último, un grupo de académicos “independientes”, llamados la Izquierda Independiente, que era numéricamente mayor que todos los anteriores.

Entre los contrarios, enfrentados a la Administración, estaban las secciones guerrerenses del PC (Partido Comunista), el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y CCLM (Línea de Masas), agrupados los tres en la “Unidad Democrática” (UD), y ASM (Acción Sindical Mayoritaria (maoístas). También contra la rectoría estaban el MPD (Movimiento Proceso Democrático), identificado con la derecha, encabezado por el Ing. José Luis Parra Mijangos, director de la escuela de ingeniería química y contendiente del Dr.: Rosalío Wences Reza en su segundo periodo a la rectoría. También atacaban, aunque embozados, los del PRI (grupos identificados con el Estado), ya que eran repudiados por todos los anteriores, dada la orientación de la Universidad.

El paso siguiente fue la implementación de la escuela proyectada, plasmada en el PECS, en Acapulco, tarea que fue encomendada al equipo responsable de elaborar el proyecto, del que solo pudieron aceptar el coordinador, Francisco Navarrete (UACH), Mario Navarrete González (UMSNH), y temporalmente Iván Paoli Bolio (UNAM) y Rita Servín (UAM). Apoyaron el trabajo, como asesores en la capacitación docente inicial, Alberto Spagnolo (CIDE), Hector Capraro (CIDE) y Rubén Dri (UAM), destacados académicos en Ciencias Sociales que habían venido trabajando en el PECS anteriormente.

La implementación de la escuela presentó dificultades diferentes a la elaboración del proyecto, complicándose por la limitación de recursos humanos y económicos, amén de que el tiempo que se le dio para su fundación fue insuficiente, lo que obligó a improvisar muchas cosas, entre ellas algunos maestros, y a solucionar otras sobre la práctica, algunas de las cuales no han sido solucionadas hasta ahora, como la capacitación de los maestros en el espíritu del proyecto de la escuela (PECS); la revisión del mismo para su superación y la elaboración coherente del contenido curricular de las especialidades, que no estaban en el proyecto original.

Fue como escuela popular, que se abrieron las inscripciones del año lectivo que inició en agosto de 1980, habiendo podido iniciar las labores en el mes de septiembre, con una inscripción de 210 alumnos, mismos que entraron conjuntamente con 8 profesores en una dinámica de obtener la oficialización de su escuela por la UAG, destacándose por su participación política y académica. El grupo conformado entró en un tren de trabajo intenso, con todas las tareas y características de una escuela popular, sin personal administrativo ni de intendencia, teniendo que llevar a cabo el aseo general, la transportación de mobiliario, la limpieza y arreglo de las instalaciones, además de cubrir el trabajo administrativo, etc.; por otra parte atender el trabajo académico y especialmente el político, ya que fue grande la resistencia de las corrientes políticas universitarias no afines al proyecto Universidad - Pueblo y por supuesto, la reacción, la misma Derecha que ha hecho fracasar los intentos para mejorar a las clases populares académicamente, que vestidos de ultra izquierda o francamente desembozada actúa constantemente en contra de las posibilidades consecuentes con las líneas progresistas que apuntan al cambio de estructuras. Además la Izquierda inconsecuente y/o inconsistente.

Existió un sinnúmero de improvisaciones; teníamos un proyecto muy ambicioso que llevar a la práctica, contando con recursos escasos, tanto materiales, como los más importantes, los de orden humano. Precisamente uno de los problemas mayores a los que nos enfrentamos fue el de la integración del equipo de trabajo, no teniendo planificada la entrada de los alumnos, ni la fecha exacta de inicio de labores de nuestra escuela, se tuvo que echar mano del personal docente que veía en el proyecto una promesa, para así justificar el dejar su empleo y su base en otra universidad, así como de profesores que se encontraban en una coyuntura que les permitía arriesgarse en el intento de integrarse a la entonces prestigiada Universidad Autónoma de Guerrero. Afortunadamente se consiguió un buen grupo de profesores que demostraron tener todas las intenciones para conseguir echar a andar la escuela. [2]

Sin tener una ubicación física en Acapulco y siendo la mitad de los maestros extranjeros, nuestra integración pagó su costo: conjuntamente con el exceso de trabajo al que fuimos sometidos, tuvimos que adaptarnos a un medio desconocido, contaminando el pequeño grupo de trabajo que tenía que permanecer a veces hasta 16 horas diarias junto, con la salvedad de no hacer esto por una voluntad militante aunando ello al desconocimiento detallado del ámbito político mayor que era la UAG. La responsabilidad y presión que se soportó, en mantener integrado al equipo fue mucha y debido entre otras cosas a la inexperiencia en la dirección de este tipo de grupos se empezaron a acumular tensiones personales que convergieron en la dirección. No por ello se dejaron de llevar a cabo las labores que, una vez integrados los estudiantes, era necesario desempeñar, logrando mediante el esfuerzo colectivo el reconocimiento de nuestra escuela por el H: Consejo Universitario el 13 de noviembre de 1980 (infra cita 28), donde la participación estudiantil fue decisiva, en amplio debate que duró hasta las 6 de la mañana del día siguiente, consiguiendo la incorporación de la escuela dentro de la UAG y la aprobación del Tronco Común del plan de estudios presentado en el PECS.

Hasta aquí, el trabajo creativo y cimentador de la escuela fue en ascenso, destacando la realización de “2° Coloquio Sobre la Enseñanza e Investigación de las Ciencias Sociales” llevado a cabo en Acapulco del 25 al 27 de marzo de 1981, donde se reunieron académicos e intelectuales de diversas universidades del país para debatir sobre la recién creada Escuela de Ciencias Sociales (ECS) que despertó expectativas esperanzadoras en varias partes del país. El comité organizador reunió a las universidades hermanas que apoyaron la creación de la ECS, como la UNAM, UAM-X, UAM-A, que organizaron en varias mesas las aproximadas 20 ponencias que se presentaron y discutieron. Entre otras universidades representadas destacan la Universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo, La Universidad Autónoma de Sinaloa, la Universidad Autónoma de Zacatecas, la Universidad Autónoma de Puebla la Universidad Autónoma Metropolitana planteles Ixtapalapa, Xochimilco y la Universidad de Chapingo.

Luego del ascenso logrado en el primer año, no se pudo avanzar más, pues fue removido el fundador del proyecto por conflictos políticos internos. Por inercia solo se mantuvo, en algunos periodos, el trabajo normal pues en la mayoría no se hizo ni el trabajo normal a causa de frecuentes pugnas “políticas” intergrupales, con cualquier pretexto, que ocupaban tiempo y energía de los docentes y frecuentemente de los alumnos en detrimento de la consolidación y avance del PECS que a partir de allí se convirtió en una entelequia mencionada por todos, conocida solo por algunos y practicada por ninguno.

En 1984 la SEP decidió la asfixia económica de la UAG o eutanasia, como la llamó Jesús Reyes Heroles, secretario de educación pública y ésta no recibió el subsidio correspondiente a todo ese año, situación que diezmó a la UAG y lesionó a la ECS pues muchos de sus maestros no se pudieron sostener y tuvieron que irse a otros trabajos.

Cabe aquí destacar la amplia solidaridad de los alumnos y el pueblo en general que con sus aportaciones personales ayudaron a sostener a algunos de los maestros y trabajadores de la escuela, lo que permitió que hubiera un hálito de vida en la escuela aunque nada que ver con su funcionamiento normal; no obstante, los alumnos aprobaron sus cursos como si hubieran aprendido.

En este periodo se invitó a todo aquel que quisiera servir como maestro a cubrir las plazas vacantes, con la posibilidad de que en el futuro se les recompensara, pues no había pago, lo que propició lógicamente la improvisación, ineptitud, etc., aunque también apostolado y entrega, tristemente como honrosas excepciones.

Respecto a la academia, los “buenos propósitos” del director en turno, los concretó a reducir ilegalmente el Tronco Común de 3 a 2 semestres, mediante un pseudo “Encuentro de Transformación Académica”, que orquestó el 6, 7 y 8 de diciembre de 1984 en Acapulco, con la asistencia de un puñado de maestros de la escuela y otro de alumnos de la misma. Su argumento era que tenía muchas presiones de los alumnos que no querían el Tronco Común sino “materias de la carrera”, con lo que evidenció su desconocimiento del PECS y los objetivos del T. C. en el mismo. Paradójicamente los maestros del T. C. Se quejaban de no poder acabar sus programas en los 3 semestres, por insuficiencia de tiempo.

Así el PECS, agonizante, recibió otro tiro de gracia al desvirtuar el Tronco Común imposibilitando sus objetivos al reducir su tiempo de impartición.

Para esta medida, el director ordenó a los maestros “readecuar” los programas del T. C. para dos semestres, como pudieran. La única protesta, del titular de la materia “México, Sociedad y Política”, el único de los fundadores que quedaba, fue acallada ampliándole su horario de 4 a 6 horas por semana, situación que conserva actualmente. El resto de las materias redujeron sus contenidos y hasta sus horarios como fue el caso de la materia “Introducción a las Ciencias Sociales” que de 8 horas semanales que contenía en el PECS, se redujo a 4 por semana que actualmente imparte.

En marzo de 1987 se llevaron a cabo nuevas elecciones para director, reavivando nuevamente las esperanzas de superación de la escuela. El ganador planteaba (desde entonces) en su programa de trabajo su diagnóstico de la escuela, con la que coincidimos:

“La situación académica por la que atraviesa la escuela es preocupante. Existe una notoria desvinculación entre el Tronco Común y las especialidades, apareciendo el primero como una continuación de la enseñanza media superior que, prácticamente no guarda ninguna relación con las especialidades que se imparten, por lo que un buen número de estudiantes considera que asistiendo, pierden el tiempo.”

“En las especialidades la situación no mejora y en múltiples ocasiones los alumnos han manifestado abiertamente su rechazo hacia alguno de los docentes, sin que hasta la fecha hayan sido escuchados en sus inconformidades. También el Tronco Común ha servido de refugio de algunos docentes que presentan deficiencias académicas y pedagógicas y que han sido ampliamente cuestionados.”

“La explicación de las situaciones descritas tienen como origen la forma en que se ha venido realizando la vida académica. Como ejemplos: no está definido claramente el perfil del egresado de las distintas especialidades, quedando éste con una formación sumamente generalizada, situación que lo hace vulnerable en el mercado de trabajo; la docencia, la investigación y la extensión universitaria se encuentran separadas; el Servicio Social no corresponde a una formación específica y está sujeto a las únicas opciones aprobadas por la Universidad; la modificación a los planes y programas de estudio sin ningún previo análisis ni discusión académica ha ocasionado anarquía en la estructura curricular del PECS.”

“Por lo anterior, creemos que debe darse una reestructuración completa de la vida académica partiendo de un diagnóstico objetivo del Tronco Común y de cada una de las especialidades, para tener elementos de juicio que nos permitan señalar las directrices del cambio requerido en la institución. Como ejemplos: es indispensable el funcionamiento de las distintas academias, ya que en ellas es donde deben discutirse tanto las modificaciones a los planes y programas de estudio, revisión y evaluación periódica de éstos como la elaboración de exámenes y los respectivos sistemas de evaluación; es necesario capacitar a los docentes para que puedan efectuar su labor con un aceptable rendimiento académico.”

[1] A la sesión del H. Consejo Universitario de esas fechas (25 y 26 de julio y 13 y 14 de noviembre de 1980), en Chilpancingo, asistió el autor de esta tesis, junto con toda la planta docente de ese momento, y el coordinador de la escuela con más de cien alumnos de la primera generación, que fueron testigos presenciales; sin embargo, el acta de dicha sesión, no aparece en la edición oficial de la UAG: “Síntesis y notas de las Sesiones y acuerdos del Honorable Consejo Universitario. 1962-1981” de Carlos Berber y Enrique González Ruiz, editada por la UAG en 1983, en la que en la pág. 711 pasa de la sesión del 13 de octubre de 1980, en que comenta el autor en su nota “nacía una nueva escuela, enfermería No. 4 en Taxco y apuntaba la (de la escuela) de Ciencias Sociales”, a la del 21 de noviembre del mismo año, sin mencionar las aludidas del 25 de julio y 13 de noviembre.
[2] Los primeros ocho maestros que conformaron la planta docente éramos: una maestra de nacionalidad chilena, un guatemalteco, un boliviano, una argentina, dos capitalinos (D.F.), Un norteño, (Chih.) y sólo un guerrerense, que por cierto desertó antes de un año.

lunes, 8 de febrero de 2010

LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA

i) EJE DE LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA
Considerando que el cambio climático representa una real amenaza para la existencia de la humanidad, de los seres vivos y de nuestra Madre Tierra como hoy la conocemos;

Constatando el grave peligro que existe para islas, zonas costeras, glaciares de los Himalayas, los Andes y las montañas del mundo, los polos de la Tierra, regiones calurosas como el África, fuentes de agua, poblaciones afectadas por desastres naturales crecientes, plantas y animales, y ecosistemas en general;

Evidenciando que los mas afectados por el cambio climático serán las más pobres del planeta que verán destruidos sus hogares, sus fuentes de sobrevivencia y serán obligados a migrar y buscar refugio;

Confirmando que el 75% de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero se originaron en los países irracionalmente industrializados del norte;

Constatando que el cambio climático es producto del sistema capitalista;

Lamentando el fracaso de la Conferencia de Copenhagen por responsabilidad de los países llamados “desarrollados” que no quieren reconocer la deuda climática que tienen con los países en vías de desarrollo, las futuras generaciones y la Madre Tierra;

Afirmando que para garantizar el pleno cumplimiento de los derechos humanos en el siglo XXI es necesario reconocer y respetar los derechos de la Madre Tierra;

Reafirmando la necesidad de luchar por la justicia climática;

Reconociendo la necesidad de asumir acciones urgentes para evitar mayores daños y sufrimientos a la humanidad, la Madre Tierra y restablecer la armonía con la naturaleza;

Seguros de que los pueblos del mundo, guiados por los principios de solidaridad, justicia y respeto por la vida, serán capaces de salvar a la humanidad y a la Madre Tierra; y

Celebrando el día Internacional de la Madre Tierra,


[1] Cfr. http://alainet.org/active/35390

Asociación de ex-alumnos de la ECS

Invitamos a todos los ex-alumnos a crear su Asociación de ex-alumnos de la ECS
Es importante el número de alumnos egresados de nuestra Alma Mater y su incidencia en la vida laboral, social y política de nuestro municipio y estado.
Por ello es una potencia que espera su organización, por ustedes mismos, para aprovechar ese enorme caudal de conocimientos, experiencia y disposición a mejorar nuestra sociedad en beneficio de nuestro pueblo, a quien debemos nuestra educación y a quien no hemos terminado de volverle lo que le corresponde por ello.
Está a su disposición el blog y el correo ecs.uag@gmail.com para comunicarse entre ustedes y pretendemos dar un lugar especial, en el XXX aniversario de nuestra escuela, a los egresados de la misma, para facilitarles su comunicación y organización.
Reciban saludos cordiales
Mario Navarrete.
Decano de la escuela

domingo, 31 de enero de 2010

30 Años de ECS

Alumnos, ex-alumnos y profesores:

Se les invita cordialmente en proponer ideas para la celebración del 30 Aniversario de la Escuela de Ciencias Sociales(UAG) de Acapulco.

De preferencia sobre los siguientes ejes temáticos:
El Nuevo Orden Social;
y La Conservación del Medio Ambiente.

La Ubicacion de la Escuela de Ciencias Sociales


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